sábado, 5 de julio de 2008

Aquellos viejos secretos

Por alguna razón -probablemente tan invaledera como muchas de las que me guío- en estas últimas semanas me ha envargado de una sensación de estabilidad con la que no me hayo muy acostumbrada... por un lado me alegra, y por el otro me aturde el pensar que las cosas finalmente sí pueden salir bien, lo que lleva a esa parte retorcida de mí a compensarlo pensando en todas aquellas cosas que están mal en mí.

Bueno, aparentemente -y si el sueño no me vence- este va a ser un post largo, bastante largo. Ya me parecía raro que las entradas anteriores las escribiera con tan espasmódica regularidad. Los blogs nunca me duran mucho. Falta de tiempo, le dicen. Yo le llamo vagancia. Y a pesar de todo lo que debería decir, este es hasta ahora el post que tengo más miedo de escribir, porque si se me suelta la lengua, voy a hablar de cosas que no me gustaría que nadie que me conozca se entere. Cosas que ni aún he tenido tiempo de contarte, flaca.

Bueno, tantas vueltas le he dado y tanto me he distraido que ya no creo que vaya a decir ni un cuarto de lo que planeaba decir. Mejor así, mi mente instintivamente se predispone a guardar mis secretos.
¿Más secretos? Sí, tengo varios, gracias. Algunos secretos los he contado a un par de personas. Por ejemplo, estoy tan poco acostumbrada a que me guste alguien (¿tendría que considerar esto un secreto?) que mi pobre B termina siendo despertada a las tres de las mañana cada vez que llego a ese descubrimiento.

Y sí pues, de las únicas tres veces que me ha gustado verdaderamente alguien (aunque yo le diría 2 y medio, porque uno solo llegó a medio), es hasta ahora la pobre B quién termina siendo despertada y solicitada a su papel de enfermera siquiátrica, y quien tiene que volar al día siguiente a la hora que sea para consolarme, pues usualmente darme cuenta de eso me deja en unos estados de shock de Padre y Señor mío y para cortarme el cabello (no sé porqué siempre hago eso.. es la manera que tengo de adaptarme a la nueva situación)... es que me manejo unos gustitos que ni yo conozco, así que como supondrán mi siguiente reacción es pasar la semana que siguen en enclaustramiento total y en unos estados de crisis que para qué les cuento... (gracias flaca... siento que no soy lo suficiente buena amiga cuando te hago volar así).

No quiero decir que son los únicos chicos que me han gustado, o sea, me considero tan buena jueza de la belleza física y el carácter en un chico como cualquiera, pero hablo de los que me han gustado-gustado, ¿entienden? Pero como dice K, "soy yo quién decido ser así". Así que si no puedo controlar mi instinto y decidir quien me gusta o no (aunque la "key-word" sería "aún"... sé que soy lo suficientemente inteligente como para descubrir como hacerlo); por lo menos sí puedo controlar como reacciono ante eso. Y ok, deprimirme y desesperarme e imaginar situaciones imposibles no lo considero "tan malo" porque me hace sentir que soy una chica regular; pero reto a alguien a que me diga quién/quiénes han sido esas personas. Las pocas personas que lo han sugerido han recibido un "No way" tan sustentado y convincente que estoy segura han dudado más de una vez al pensar si estan y lo cierto o no. Jajá... si supieran que si en realidad hubieran insistido podrían haberme arrancado la verdad, pero no, no estoy dispuesta a nombrar mis debilidades en ese sentido.

Nunca he sido el tipo de chica a quién otra chica cuenta sus amores, por la simple razón que siempre he despreciado esos detalles. O sea, que me hablen de una relación madura y seria lo acepto, pero afrontémoslo tengo 21 años, ¿cuántas de este tipo de relaciones creen que he podido encontrar a mi alrededor? Me sobran dedos en la mano. Así que no tengo marco de referencia para saber si la forma en la que reaccione (interiormente) frente a un chico que me gusta es normal y también el desesperarme tanto por no poder pensar en otra cosa. Gracias a Merlín ninguno de estos 3 susodichos ha sospechado siquiera lo que yo imaginaba por dentro. Si no, ya me habría arrepentido de muchas cosas hace buen tiempo.

Sí, soy buena haciendo eso. Mostrando formas de pensar y opiniones que muchas veces no pienso sólo porque no quiero que se enteren de lo que pienso/siento en realidad. Y por suerte, mi sentido de auto-control ha sido capaz de borrar el interés que tuve por los primeros dos individuos con relativa facilidad. El 1ro, Q, fue muy fácil, aunque claro, era aún una mocosa; I sólo me agrió la vida unos cuántos meses aunque ahora que lo recuerdo creo que fueron muchos más;... y V... ayyy, aquél que nunca me debió gustar, que me gustó en un momento fuera de lugar (por suerte, porque si no... no sé si hubiera sido "tan fácil") y que aún hoy me deja al vilo cuando lo recuerdo al escribir esto y me hace desear haber decidido escribir esta entrada en la mañana, cuando tenía todo el resto del día para distraerme).

Mmm
, veo que estoy particularmente distraida hoy. Esperaba hablar de mi problema a los nueve años o de mi problema a los 21 y terminé hablando de algo a de lo que NO tenía planeado hablar. Será que en el fondo de mí hay algo que espera que mi secreto se descubran... pero no aún. No sé si para convencerme de qué, no sé si para que me digan que estoy loca, o equivocada o que me alienten a seguir en ello. Mmm, no. La última opción no me parece válida. No quiero parecer otra protagonista de "Confesiones de una típica adolescente". Adolescente, tal vez; pero "típica", jamás.

Creo que simplemente empecé hablando de secretos, y sorprendentemente -para mí- me fue mucho más fácil hablar de este tipo de secretos que de aquellos que tenía planeado por fin revelar. Como de aquella vez que estaba demasiado cansada de mí misma como para poder pensar claramente, o de aquella pulsara rosada que me obligué a mí misma a usar -si alguien entiende de qué hablo NI SE LES OCURRA NOMBRARLO DIRECTAMENTE- y que mandada por el destino la perdí en un afán involuntario de olvidar que significaba. Pero aun así me pregunto qué hubiera pasado si la pulsera hubiera llegado a ser roja... hay momentos en los cuáles no sé realmente hasta dónde puedo llegar.

Wow
, no puedo creer que los temas del "post interminable" que planeé en un principio lo haya resumido a un solo párrafo; y al final no terminé diciendo nada. Está bien, mejor si ya los olvidé para la próxima vez que escriba. Será que las cosas andan tan bien que me obligo a buscar lo malo. Que me obligo a pensar en lo loca que estoy y a suponer qué puedo llegar a hacer hasta demostrarlo. Tengo que aprender a doblegar la posería.

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P.D.: Por milésima vez les recuerdo, sí me conocen en la vida real y creen saber de quiénes hablo (en la sección secretos) NO ES VERDAD; todas las iniciales están en código, el cuál es muy bueno... yo misma participé en su invención (Presiento K, que tienes posibilidades de encontrarlo, pero no te afanes, TODAS las iniciales están en código así que no es quién tu puedas creer- aunque a decir verdad no tengo la menor idea de quién realmente crees q pueda ser, pero igual no es. Jajajaja... yo misma no entendí.

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